La ‘paciente de Nueva York’, como se la conoce para mantener su privacidad, ya no toma medicación antirretroviral y permanece asintomática y sana, según han asegurado investigadores de EE UU en una conferencia celebrada este martes en Denver.
Un estudio publicado en la revista Science alerta de que una nueva variante del virus causante del sida ha estado circulando en el país durante las últimas décadas. Más de 100 individuos infectados con este subtipo han mostrado cargas virales excepcionalmente altas, rápida disminución de las células T CD4 y mayor infectividad.
La farmacéutica estadounidense está usando la misma tecnología que emplea para su vacuna contra la covid-19 y ya se ha empezado a probar en fase I en voluntarios en Washington. Busca estimular la producción de anticuerpos con una primera dosis y otra de refuerzo.
Aunque en la actualidad el pronóstico de la enfermedad es bueno, el número de nuevos casos sigue siendo altísimo, especialmente en algunos colectivos. Investigadores europeos analizan las estimaciones actualizadas de la prevalencia mundial y confirman la importancia de una atención integral a esta población.
Los avances médicos han permitido que las personas con este virus tengan una salud y una esperanza de vida similares a los del resto de la población. Julio Gómez, coordinador de Trabajando en Positivo, afirma sin embargo que el rechazo en el entorno laboral persiste por el desconocimiento de cómo se transmite la enfermedad.
Una de las personas fallecidas por culpa de la pandemia de VIH fue el artista Keith Haring (1958-1990), al que le rendimos homenaje en esta ilustración. / Wearbeard
Este año se han cumplido 40 años desde el diagnóstico de los primeros casos de sida en el mundo. José Ramón Arribas, jefe de sección de Medicina Interna en la Unidad Infecciosa del Hospital de la Paz, nos cuenta la evolución de los tratamientos y cómo ha cambiado el pronóstico de las personas que viven con VIH: de morir a vivir.
Un equipo científico estadounidense ha detectado a la segunda persona seropositiva que no presenta ninguna evidencia de genomas intactos del VIH tras analizar más de 1.500 millones de células de sangre y tejidos. Este hallazgo indica que su sistema inmunitario ha podido eliminar el virus por sí solo.
Resulta paradójico que la velocidad en lograr vacunas contra la covid-19 se deba en parte a la enorme ventaja proporcionada por la investigación sobre el VIH y sus tecnologías clave y que, sin embargo, sigamos sin una inmunización frente al virus del sida. Para avanzar, necesitamos una mayor financiación y un compromiso consistente de la industria.
Hace más de veinte años, Sudáfrica y la India lograron vencer los intereses de las grandes farmacéuticas para poder importar y fabricar versiones genéricas de la combinación de antirretrovirales. ¿Se podría hacer algo parecido para superar la actual pandemia? ¿Sería suficiente con la suspensión temporal de las patentes de las vacunas?