La ingesta de lácteos fue muy desigual entre las primeras poblaciones neolíticas de la Europa occidental. Hubo un menor consumo en las regiones del sur de la costa atlántica, península Ibérica y Francia que en las del norte. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio que ha recuperado y analizado los residuos de las cerámicas de hace entre 7.500 y 5.500 años.
Un equipo científico internacional ha logrado recuperar residuos de vasijas cerámicas en Teotihuacan, México, datadas entre los años 50 a. C. y 650 d. C., que revelan que sus habitantes consumían una bebida alcohólica procedente del agave. El estudio destaca que esta bebida, denominada pulque, no solo se usaba en celebraciones sino que también era utilizada como un suplemento nutricional.
Un vaso que representa una lucha uno contra uno, otro con la figura de dos ciervos frente al árbol de la vida y un tercero que encarna una gran batalla simbólica dan a conocer la mitología de los últimos oligarcas íberos que se enfrentaron a la romanización en la Península. Las piezas se hallaron en el yacimiento de Libisosa (Albacete), el mejor conservado del periodo ibérico final en España.