Investigadores de la Estación Experimental Zonas Áridas de Almería han clasificado hasta diez tipos de ungulados norteafricanos a partir de muestras no invasivas, es decir, sin necesidad de capturar o inmovilizar al animal. Según los expertos, la identificación de los ejemplares es el primer paso para su conservación.
A través de los restos fósiles de Toxodon y Macrauchenia, extinguidos hace 10.000 años, un equipo científico ha leído la evolución de estos dos ungulados en sus proteínas antiguas de colágeno. El primero era un tapir y el segundo se parecía a un hipopótamo o un rinoceronte.
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