La salud del corazón de millones de europeos aún se encuentra en riesgo debido al alto contenido de ácidos grasos trans de algunos alimentos rápidos y procesados. Aunque los niveles globales han disminuido, pocos países tienen una limitación legal en los alimentos que se venden o en comidas de restaurante.
El Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol), la Atención Primaria de Mataró y los Servicios de Educación y Salud Pública del Ayuntamiento de Mataró han estudiado el consumo de productos de bollería industrial y snacks entre la población infantil y juvenil. Casi el 40% de los niños y niñas de Educación Primaria consumen productos con grasas trans.
Según los autores del estudio, conforme los niños crecen, disminuye la calidad de la dieta.