Un grupo de investigación de EE UU ha utilizado la tecnología de edición genética para crear un dispositivo, que permite a los usuarios detectar la presencia del virus SARS-CoV-2 y sus variantes en la saliva de forma muy eficaz y a un bajo coste. El diagnóstico se obtiene en una hora en una aplicación móvil y sin usar material de laboratorio.
La vacunación protege contra los síntomas más graves de la covid-19 y no es necesario hacerse una prueba para confirmarlo. El objetivo de la serología es detectar casos que no fueron identificados durante la infección por ser leves o asintomáticos, no determinar el nivel de protección por la vacuna.
Ya se venden sin receta en farmacias pruebas de antígenos para la covid. No detectan todas las infecciones, pero identifican bien a quienes pueden contagiar. La clave: utilizarlas en su contexto, interpretar bien los resultados y enmarcarlas en estrategias nacionales de salud pública.
Investigadores del CSIC y la empresa Immunostep han sacado al mercado un test que detecta en sangre tres tipos de anticuerpos generados como respuesta a proteínas del coronavirus, incluyendo una que hasta ahora no se había usado para el diagnóstico. De esta forma se puede conocer a las personas que han estado en contacto con el virus y se han inmunizado.
Laura Lechuga lidera un proyecto de investigación europeo para conseguir un test fiable, portátil y barato que identifique en menos de 30 minutos la infección por SARS-CoV-2. En el tercer episodio de esta audioserie, la investigadora del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología explica cómo organizó el consorcio de investigación internacional en tan solo ocho días y la angustia con la que vivió las semanas previas a la declaración de la pandemia.
Una de cada cinco pruebas hechas en España para detectar el SARS-CoV-2 es un test de antígenos. Su rapidez y bajo coste están disparando su uso, aunque no son igual de eficaces en todos los casos: su sensibilidad baja en los asintomáticos. Los organismos sanitarios recomiendan usarlos en entornos con alta incidencia y hacer PCR para descartar falsos negativos.
Ofrecen resultados en 15 minutos, son más baratos que la PCR y más sencillos. Su sensibilidad y especificidad llegan al 90 % y se recomiendan para detectar casos en sospechosos, así como en sus contactos. Sin embargo, su eficacia es dudosa para cribados masivos en poblaciones con baja prevalencia de infecciones, donde podrían dar demasiados falsos positivos.
La clave para contener al SARS-CoV-2 pasa por detectar y aislar a los infectados y sus contactos, pero es difícil hacer PCR de forma masiva y periódica. Acaba de aprobarse en EE UU un protocolo en muestras salivales mucho más barato y sencillo que el actual. En España se ensayan métodos similares que no son aún ideales, pero permitirían hacer pruebas diagnósticas a grandes grupos en escuelas y centros de trabajo.
La tecnología de biochips que el Centro de Astrobiología lleva años desarrollando para la detección de vida en otros planetas se ha aplicado ahora en un ensayo serológico para detectar la COVID-19 a través de anticuerpos. En el proyecto colaboran otros centros de investigación españoles y el Hospital Central de la Defensa.