Un informe publicado por el Ministerio de Sanidad señala que aunque los hombres siguen fumando más que las mujeres, los efectos son más nocivos para estas últimas. Asimismo, los datos revelan que la tasa de letalidad asociada a este hábito se ha duplicado en el sector femenino en las últimas dos décadas.
Las sustancias químicas que se liberan con el humo de los cigarrillos se depositan en todo tipo de superficies. Es lo que se conoce como humo residual del tabaco y es capaz de permanecer en el ambiente durante largos periodos de tiempo. Los bebés lactantes y los niños pequeños son extremadamente vulnerables a este contaminante, ya que su forma de experimentar el mundo es a través del tacto y de llevarse cosas a la boca.
Un informe, realizado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, muestra el aumento del consumo de cigarrillos electrónicos entre los más jóvenes y sus efectos sobre la salud a corto y largo plazo. El documento revela que no existe evidencia sólida de que estos dispositivos sean útiles para abandonar el tabaquismo.
Un nuevo estudio realizado en EE UU muestra cómo fumar es el principal factor de riesgo para sufrir una forma grave de coronavirus entre la población sana. El trabajo revela cómo el 100 % de los fumadores eran vulnerables a la COVID-19 grave.
Una nueva investigación revela que las enfermedades cardiovasculares aumentadas por el tabaquismo están presentes en más del 30 % de las víctimas mortales por coronavirus. Los autores piden datos sobre este hábito en las personas afectadas y aconsejan que se prohíba la venta de tabaco durante la pandemia.
Una persona que empiece a fumar a los 12 años tiene más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y de mortalidad que una que lo haya hecho a partir de los 18. En Europa los jóvenes se inician en el hábito a los 16,6 años de media. Los fumadores tienen el doble de riesgo de enfermedad coronaria e ictus respecto a los no fumadores.
El primer trabajo que analiza la exposición al humo ambiental del tabaco en diversos ámbitos de la población infantil en España revela que el 71,7% de los menores de doce años se expone al humo ambiental del tabaco. Un 29,2% lo respira en casa o en el coche y el 42,5% solo en el ámbito público. El nivel educativo de los progenitores influye tanto en dicho contacto como en la salud percibida de los hijos.
Un equipo internacional dirigido desde la Universidad Autónoma de Madrid ha constatado que, durante las últimas décadas en EE UU, la reducción del tabaquismo pasivo se relaciona con un descenso de la mortalidad por cáncer. Los resultados se publican en Environment International.
En el año 2000, tras décadas de negación, Philip Morris reconoció el poder adictivo de la nicotina y se dedicó a crear productos bajos en esta sustancia. Sin embargo, un análisis de archivos secretos revela que la empresa era conocedora de los factores psicológicos, sociales y ambientales asociados al tabaquismo, y les otorgaba tanta importancia como a la nicotina.
Diversos estudios han comprobado una relación directa entre la percepción de riesgo asociada al consumo de una sustancia y la probabilidad de consumirla. Este asunto se ha estudiado para diversas drogas, pero no existían datos sobre la percepción de la peligrosidad del consumo ocasional de tabaco convencional y electrónico. Un equipo de científicos de centros españoles muestra que el cigarrillo electrónico es percibido como menos peligroso por los adolescentes y alertan de que podría convertirse en una vía adicional de iniciación al tabaco.