Una nueva investigación sobre las estrategias de subsistencia de los neandertales demuestra el comportamiento complejo de esta especie, que hace ya entre 43.000 y 54.500 años practicaba la caza selectiva. Esto es lo que avala el estudio de casi 500 piezas dentales de caballos y ciervos de esta cronología hallados en el yacimiento Abric Romaní (Capellades, Barcelona) durante las excavaciones que cada verano realiza un equipo encabezado por miembros del IPHES.
Un estudio, publicado en Scientific Reports, se centra en la diversidad zoológica y la nutrición humana en los bosques de África, y vincula la malnutrición de los humanos con la sobreexplotación de carne silvestre en las selvas tropicales. Según los investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), el uso racional de los recursos cinegéticos en estas zonas ayuda a garantizar la salud alimentaria de las personas.
El consumo de caracoles se generalizó a finales del Pleistoceno (hace unos 20.000 años), siendo muy frecuente durante el Holoceno inicial (hace sobre 11.600-8.900 años). Sin embargo, no se conocía con certeza cuándo y cómo fueron incorporados en la dieta humana. Los recientes descubrimientos en la Cova de la Barriada han aportado pruebas irrefutables sobre la selección, preparación y consumo alimenticio de los caracoles terrestres durante el periodo Gravetiense.
La revista Quaternary International ha publicado un número especial sobre los neandertales que tiene como eje central los datos obtenidos en el Abric Romaní (Capellades, Barcelona). El estudio de estas sociedades no puede entenderse sin el proyecto de investigación que el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social desarrolla en este yacimiento, cuyos trabajos dirige el arqueólogo Eudald Carbonell desde hace más de 30 años.