Hace diez años, los científicos pusieron un límite a la pesca en el mundo: el año 2048. Si se sigue con el ritmo actual, el colapso de biodiversidad acabaría a mediados del siglo XXI con esta práctica humana para conseguir alimento. Pero el biólogo Ray Hilborn, profesor de Ciencia Pesquera en la Universidad de Washington (EE UU), asegura que es posible el equilibrio entre la explotación marina y la estabilidad de los stocks a través una gestión efectiva de la pesca.