Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC han mostrado por primera vez los rasgos de las partículas que forman el núcleo de un cometa: motas de polvo porosas y de pocos milímetros. Para realizar el estudio se han comparado análogos de polvo cósmico con datos reales captados en el cometa 67P por la sonda Rosetta.
Tras sobrevolar Plutón, la sonda New Horizons visitó el año pasado uno de los objetos del Cinturón de Kuiper: Arrokoth. Las observaciones se publican ahora, mostrando que este objeto está cubierto de hielo de metanol con otras moléculas orgánicas rojizas, y que se formó por la fusión suave de dos lóbulos con forma de lenteja en los albores del sistema solar.
Esta vista infrarroja captada por Cassini muestra el sol brillando en los lagos polares del norte de Titán. / NASA / JPL-Caltech / Univ. Arizona / Univ. Idaho
Ejemplos de las seis geomorfologías registradas en Titán con imagen radar. / Rosaly Lopes et al./Nature Astronomy
Hasta ahora se habían observado dos tipos de tormentas en Saturno: las colosales Grandes Manchas Blancas y otras mucho más 'pequeñas' y aisladas. Investigadores de la Universidad del País Vasco y la Politécnica de Cataluña informan por primera vez de un tercer tipo de tormentas intermedias y múltiples, como las cuatro que se observaron en 2018 en la región polar norte del gigante gaseoso.
Tormentas 1 y 2 proyectadas sobre un planisferio (parte superior) e interacción entre las dos tormentas simulada por ordenador (secuencia inferior). / UPV/EHU-UPC
En el disco de escombros que ha quedado tras la explosión de una estrella, convertida ahora en una pequeña enana blanca, ha permanecido el resto de un antiguo planeta. Este planetesimal orbita dentro de lo que fue el radio original de su ‘sol’ y seguramente ha perdurado gracias a su riqueza en metales pesados, como el hierro y el níquel.
El asteroide Bennu, clasificado como potencialmente peligroso por su proximidad a la Tierra, es más antiguo de lo esperado, con una edad de entre 100 millones y 1.000 millones de años, y características similares a los meteoritos más primitivos. En su superficie abundan los minerales hidratados y aparecen rocas grandes. Estos son algunos de los datos que ha recogido la nave OSIRIS-REx de la NASA mientras orbita alrededor de él.
Desde que en junio pasado alcanzó el asteroide Ryugu, la sonda japonesa Hayabusa 2 ha fotografiado y recogido datos sobre este objeto con forma de peonza. Las observaciones revelan que es una 'pila de escombros' de origen diverso, con minerales hidratados y rico en carbono, una información que puede ayudar a conocer mejor los ingredientes para la vida en el primitivo sistema solar.
Ilustración de las siete lunas interiores de Neptuno / Mark R. Showalter, SETI Institute