Las moléculas derivadas del triptófano, un aminoácido encontrado en el pavo y otros alimentos, se relacionan con la capacidad de limitar la inflamación del cerebro. Un nuevo estudio liderado por el investigador español Francisco Quintana demuestra, por primera vez, que la dieta y la microbiota influyen en esta inflamación, clave en enfermedades como la esclerosis múltiple.
Fósil de Chengjiangocaris kunmingensis, en el que se conserva el sistema nervioso central./ Jie Yang
La mayoría de los fármacos candidatos a tratar enfermedades del sistema nervioso central se descartan porque no pueden cruzar la barrera hematoencefálica que protege al cerebro, pero químicos del IRB Barcelona han patentado un 'vehículo' fabricado con aminoácidos capaz de traspasarla y remolcar moléculas hasta el cerebro. El avance podría facilitar el tratamiento de enfermedades hasta ahora sin terapia, como algunas cosideradas raras y huérfanas.
Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña y de la Universidad de Barcelona revelan, en un artículo publicado en la revista Biomaterials, una nueva y prometedora estrategia para regenerar el sistema nervioso central.
La oxitocina es conocida como 'la molécula del amor' porque se segrega en grandes cantidades durante el parto y la lactancia, y se cree que refuerza las relaciones sociales. Ahora, científicos de Lausana afirman que cuando esta hormona actúa sobre la amígdala cerebral, inhibe algunas respuestas al miedo, como la paralización del individuo ante una situación temerosa.
En España, más de 45.000 personas sufren esclerosis múltiple, la enfermedad neurológica más común en los jóvenes adultos. Aunque en la actualidad existe un “arsenal terapéutico muy potente” para tratar esta enfermedad inflamatoria, todavía se desconoce cómo paralizar su proceso neurodegenerativo, según remarca Xavier Montalban, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (CEM-CAT).
El Grupo de Investigación en Biología del Desarrollo de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) ha identificado la ruta intracelular Erk / MAPK como única vía que utilizan los factores de crecimiento de fibroblastos (FGF, por sus siglas en inglés) para organizar la regionalización espacial en el romboencéfalo. El estudio, realizado con embriones de pollo y liderado por Cristina Pujades, ahonda en los mecanismos moleculares que intervienen en el desarrollo del sistema nervioso central.
Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” (CSIC-UAM), de la Universidad de Córdoba y del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) han analizado el grado de preservación de la musculatura esquelética de ratas parapléjicas tras ser transplantadas con células de glia envolvente del bulbo olfativo (GEO).