Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco, junto a otros colegas de centros internacionales, ha desarrollado un conjunto de herramientas que resuelven problemas cuánticos mediante una tecnología de iones atrapados, que se aislan de forma individual en un medio controlado. Uno de sus experimentos ha conseguido el mayor nivel de control cuántico sobre los estados de movimiento iónicos a nivel mundial.