El sector biotecnológico es uno de los más vibrantes de la economía española con crecimientos espectaculares en creación de empresas y de facturación, aún en tiempos de crisis. Sin embargo, muchas de estas firmas mueren en cuanto se acaban las subvenciones públicas de la primera fase. La solución pasa por buscar vías alternativas de financiación como el capital riesgo, los créditos mixtos público-privados y la internacionalización.