Según su edad y, por tanto, su experiencia y condiciones físicas, el rivulín del manglar es capaz de dar saltos de distancias cada vez mayores. Mientras que los fuertes huesos de los más pequeños de la especie, protagonista de #Cienciaalobestia, les permiten brincar durante más tiempo; el desarrollo de su musculatura al crecer les capacita para impulsarse incluso doce veces su propio tamaño.
Saltar sobre el agua es un modo de locomoción único que solo lo pueden realizar algunos artrópodos como los zapateros (Gerris lacustris). Ahora, un equipo internacional de investigadores ha dotado de esta capacidad a unos pequeños robots incorporando un mecanismo de catapulta invertida que les permite saltar sin sobrepasar la tensión superficial del agua.
Un grupo de investigadores de las universidades estadounidenses de Brown y California ha registrado un total de 3.124 saltos de rana y ha observado que la especie Lithobates catesbeianus, conocida como rana toro, puede llegar a dar un brinco de hasta 2,2 metros de largo. Los estudios científicos no habían reportado ningún salto de esta especie de más de 1,3 metros.
"El señor oxígeno", así es como definen los investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología al “jugador extra” que surge de entrenar con su nuevo sistema diseñado para futbolistas de élite. El programa, que publica el International Journal of Sports Medicine y en el que han participado, entre otros, el servicio médico del F. C. Barcelona, mejora el sprint, el salto y la capacidad de resistencia de estos deportistas.
Lagartijas de cabeza roja saltando
Un investigador de la Universidad Politécnica de Madrid ha colaborado con la Universidad de Granada en el desarrollo de un trabajo sobre el posible efecto de las vibraciones como forma de activación neuromuscular para mejorar la capacidad de salto. Sus resultados sugieren que el efecto podría depender del nivel de entrenamiento.
La terapia contra el virus del Sida en los seres humanos podría desarrollarse gracias al entendimiento de cómo este tipo de retrovirus puede transmitirse entre distintas especies. Científicos de la University College London (UCL) han dado un paso significativo para que los mecanismos biológicos encargados de los ‘genes del salto’, los que hacen que algunos de los monos sean inmunes, puedan aplicarse para desarrollar un nuevo tratamiento contra el virus