Investigadores de California han seguido en sus inmersiones a los grandes cetáceos, protagonistas de #Cienciaalobestia, y han medido la cantidad de plástico que hay en sus presas y en el agua. Los resultados de su estudio son sorprendentes: las ballenas azules consumen diariamente hasta 10 millones de partículas microplásticas, los rorcuales comunes entre 3 y 10 millones, y las ballenas jorobadas hasta 4 millones cuando se alimentan de kril.
El rorcual común, la segunda ballena más grande del mundo detrás de la ballena azul, ha aumentado su población en las costas catalanas, donde los ejemplares han encontrado un núcleo importante para alimentarse. El incremento de zooplacton debido al cambio climático ha permitido el aumento de ballenas, consideradas los grandes sumideros de CO2 de los mares.
Parougia diapason es el nombre de la nueva especie de invertebrado marino que ha sido descubierta en Decepción, isla del archipiélago de las Shetland del Sur en el océano Antártico, según un artículo publicado en la revista Polar Biology y firmado por investigadores de la Universidad de Barcelona.
Un total de 68 rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) en el estrecho de Gibraltar. / CIRCE.
El intercambio de datos fotográficos de las poblaciones de cetáceos es fundamental para realizar estimaciones de su abundancia. El equipo de Conservación, Información y Estudio de Cetáceos, CIRCE, ha puesto a disposición de todos los usuarios interesados sus catálogos del sur peninsular.
Siete buques oceanográficos y tres avionetas del proyecto SCANSII han registrado la abundancia y distribución de pequeños cetáceos en aguas de la plataforma atlántica europea. Sus resultados indican que la marsopa común (Phocoena phocoena) es la más abundante en estas costas y la única especie que se ha trasladado a vivir más al sur.
Las ballenas utilizan distintos mecanismos para contrarrestar los efectos nocivos de la radiación ultravioleta según la especie. Las azules tienen el potencial de broncearse, mientras que la ballena de aleta y el cachalote incrementan la expresión de ciertos genes relacionados con la reparación del daño provocado por el sol, según una investigación de centros mexicanos, ingleses y estadounidenses.
Investigadores del Instituto iTEAM de la Universidad Politécnica de Valencia y biólogos del Oceanogràfic han diseñado un nuevo sistema que permite detectar, grabar y clasificar los sonidos de diferentes especies marinas. El dispositivo se ha denominado Samaruc y contribuirá a la protección del entorno marino y del medio ambiente.