Un estudio liderado por el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón ha obtenido microestructuras inteligentes activas que podrían aplicarse para realizar cultivos celulares que emulen a tejidos vivos.
Concha Monje trabaja en el desarrollo del robot humanoide TEO, al que ahora está implantando innovaciones de robótica blanda para hacerlo más versátil. Además, esta investigadora y profesora de la Universidad Carlos III de Madrid está muy comprometida con la promoción de la visibilidad de la mujer en ciencia y tecnología.
La mandíbula gelatinosa de un gusano marino, que se convierte en dura o flexible en función del medio que la rodea, ha servido de inspiración a investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts para desarrollar un nuevo material que se podrá aplicar en robots blandos. Pese a tener la textura de un gel, este compuesto está dotado de una gran resistencia mecánica y consistencia, y es capaz de adaptarse a entornos cambiantes.