Los peces óseos u osteictios, como el pequeño pez cebra (o danio cebrado), muestran una habilidad que para los mamíferos no es más que un sueño: si seccionamos un trozo de su corazón, nadarán con dificultad durante unos días, pero un mes después su estado será totalmente normal. Una de las preguntas que se plantea hoy la medicina regenerativa es por qué los humanos no pueden hacerlo.
En la imagen, el corazón de un pez cebra 14 días después de sufrir la amputación.
Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” (CBMSO), centro mixto perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y a la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han obtenido líneas celulares de glía envolvente humana reversiblemente inmortalizadas que son capaces de estimular la regeneración nerviosa.
El grupo de investigación liderado porMarcela del Río y Fernando Larcher, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), ha colaborado con un equipo francés del INSERM para regenerar con éxito la piel humana a largo plazo en un modelo preclínico de ratón. Este logro podría ser una alternativa de intervención para grandes quemados.
El grupo dirigido por la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Guillermina López-Bendito ha puesto de manifiesto la extraordinaria capacidad de los axones talamocorticales, implicados en el proceso que permite transmitir la información captada por nuestros órganos sensoriales a la corteza, para reorganizarse y restablecer sus conexiones ante anomalías producidas durante el desarrollo. El hallazgo supone un avance significativo a la hora de entender los mecanismos implicados en la adaptación y plasticidad de la conexión talamocortical.
Científicos de la Universidad de Utah (EE UU) han identificado un gen de gusano, esencial para la regeneración de células nerviosas lesionadas. Los investigadores demostraron que es posible acelerar la regeneración nerviosa mediante la sobreactivación de este gen, lo que supone un avance en los nuevos tratamientos para las lesiones nerviosas debidas a un trauma o enfermedad.
Descubren una nueva vía para regenerar nervios lesionados a partir de un gen de gusano
En la actualidad, las células madre aparecen como la solución futura para un gran número de enfermedades, incluidas las patologías cardiovasculares. Hasta este mismo año, se pensaba que el corazón no era un tejido apto para la terapia celular. Francisco Fernández Avilés (Cuenca, 1953), jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, nos explica cómo el corazón tiene un contenido de células madre que regenera las pérdidas que se producen por la edad y cuyo tratamiento resulta crucial en la posible regeneración de sus tejidos. El recorrido es largo aunque, según el experto, lo principal sigue siendo la prevención.
En la imagen, se puede observar cómo ciertos vegetales, como los matorrales muestran resiliencia en las zonas abandonadas antes del incendio. Foto: Beatriz Duguy.