Gemelos digitales, inteligencia artificial o digitalización del tratamiento y reciclado de aguas residuales son algunas de las tecnologías emergentes que se usan en la actualidad para la gestión eficaz de los recursos hídricos. Ante un panorama futuro de sequías más frecuentes y prolongadas, ingenieros y científicos focalizan sus esfuerzos en soluciones innovadoras que garanticen la calidad y su suministro a la población.
Un total de 25 sociedades científicas estatales y 1.109 científicos e investigadores se oponen, a través de un manifiesto, a la nueva propuesta de legalización de cultivos en el entorno del Parque Nacional de Doñana. Los expertos afirman que esto podría agravar aún más la difícil situación en la que ya se encuentra el espacio natural.
Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) en Córdoba han elaborado un nuevo método que permite conocer con mayor precisión la demanda de agua de una zona concreta y que contribuye a mejorar la planificación de los recursos hídricos.
Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid demuestra que la sustitución de los barbechos de otoño-invierno por cultivos que cubran el suelo favorece la eficiencia del uso del nitrógeno en el cultivo de maíz.
Gracias a una técnica desarrollada hace unos diez años por investigadores españoles, un equipo internacional de científicos ha evaluado el estado y tendencia de la degradación en la que se encuentran los territorios del norte de África. Los resultados demuestran que el 21% de los territorios no desérticos que componen Túnez, Argelia y Marruecos están degradados o muy degradados.
Un estudio del Grupo de Investigación en Viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid desmiente falsas creencias de los viticultores basadas en el binomio “déficit de agua igual a calidad del mosto” y subraya que el riego racional es lo más adecuado para mejorar las cosechas.
Dos de las especies más singulares de escarabajos carábidos de la Marina del Carmolí (Mar Menor).
El grupo de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha Teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG) ha conseguido obtener información sobre un objeto o superficie a través del análisis de los datos adquiridos por un instrumento que no está en contacto con él. Estos datos son recogidos a través de sensores instalados en plataformas aerotransportadas o en satélites artificiales que generan una imagen.