Neurocientíficos de EE UU han descubierto que la oxitocina actúa sobre las células cerebrales individuales para provocar comportamientos sociales específicos. En experimentos separados, los investigadores indujeron la liberación de esta hormona en el cerebro de ratones hembra adultas sin hijos y comprobaron que comenzaban a escuchar hasta el más leve sonido de llamada de crías de otras madres y a atender sus necesidades. El hallazgo podría tener aplicación en el tratamiento de trastornos de comportamiento provocados por enfermedades o daño cerebral.