Las enanas blancas, estrellas muertas remanentes, pueden volver a la vida en forma de gran explosión termonuclear y de rayos X, apareciendo luego, durante tan solo unas horas, una ‘nueva’ estrella en el cielo: una nova. El observatorio alemán de rayos X eROSITA ha podido observar por primera vez el inicio del fenómeno.
Astrónomos británicos han captado por primera vez el momento en que escombros de planetas destruidos chocan con la que una vez fue su estrella anfitriona. Esta detección proporciona la primera evidencia directa de que las enanas blancas pueden acumular material rocoso de viejos sistemas planetarios.
Astrónomos planetarios han observado por primera vez el mecanismo al completo de cómo suceden y funcionan estas auroras. Plantean que este proceso también podría estar ocurriendo en otras partes del sistema solar, como Urano o Saturno, o incluso en exoplanetas.
Astrónomos de Australia y EE UU han detectado el mayor estallido cósmico jamás registrado, cinco veces más potente que el anterior récord. La colosal explosión procede de un agujero negro supermasivo en el cúmulo de galaxias de Ofiuco, localizado a 390 millones de años luz, y ha generado una cavidad del tamaño de 15 Vías Lácteas.
Una combinación de técnicas de luz de sincrotrón, llevadas a cabo en la instalación ALBA de Barcelona y en el Advanced Photon Source de Chicago, ha puesto al descubierto aspectos desconocidos sobre los astrocitos, unas células involucradas en la esclerosis lateral amiotrófica. Los resultados revelan diferencias a nivel estructural, químico y macromolecular entre los astrocitos afectados y los sanos.
Pulso de rayos X cerca del horizonte de sucesos de un agujero negro
Los estallidos de rayos X que emanan de algunos agujeros negros cuando absorben material proceden de su corona de gas caliente, que se contrae durante el proceso, y no del disco de acreción de material que rodea estos oscuros objetos. Así lo revela la observación de uno de estos brillantes fenómenos realizada desde la Estación Espacial Internacional.
Los primeros experimentos realizados en el acelerador europeo de electrones XFEL, en Alemania, han servido para analizar microcristales de proteínas con una frecuencia de pulsos que no se había usado hasta ahora: más de un megahercio. En el avance han participado investigadores de la Universidad de Sevilla.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han desarrollado detectores de radiación para explorar el universo en las misiones de la ESA. Se trata de microcalorímetros extremadamente sensibles y miniaturizados, como pequeños termómetros, que pueden detectar la energía de un solo fotón.