El equipo de María Blasco en el CNIO muestran cómo el tratamiento con rapamicina, una estrategia antienvejecimiento que alarga la vida en ratones normales, es dañina cuando los animales poseen telómeros cortos en sus cromosomas. El hallazgo ayuda a entender enfermedades como la anemia aplásica y la fibrosis pulmonar.
La rapamicina, un fármaco empleado para evitar el rechazo en trasplantes, podría retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson. Esta es la conclusión de un estudio publicado en la revista Nature, en el que ha colaborado el investigador Isidro Ferrer, jefe del grupo de Neuropatología del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Hospital Universitario de Bellvitge.
Aunque un riñón con problemas es más “típico” de adultos, la insuficiencia renal crónica afecta a uno de cada 10.000 niños. Entre los pocos grupos de investigación del mundo que estudian las relaciones entre esta enfermedad y el crecimiento a nivel de las células que “construyen” el hueso (condrocitos), uno de ellos está en la Universidad de Oviedo, y se encuentra en plena ebullición.
Fernando Santos, a la derecha, junto a algunos de los investigadores que coordina en la Universidad de Oviedo. Fotografía: L. A. / FICYT.
Investigadores del Departamento de Pediatría del Hospital Universitario Central de Asturias trabajan en colaboración con la Universidad de Oviedo para determinar cómo funciona exactamente el mecanismo que regula el crecimiento y qué genes se alteran cuando las células que forman el cartílago de crecimiento no maduran de forma adecuada. Un conocimiento que haría posible, a medio plazo, diseñar tratamientos farmacológicos o nutricionales para combatir la merma del crecimiento en casos de insuficiencia renal crónica en niños.