Un equipo internacional liderado por astrofísicos españoles ha descubierto que el origen de algunos de los elementos radioactivos encontrados en los meteoritos más primitivos, cuyo origen data de la época de formación del Sistema Solar, pudo proceder de una estrella de seis masas solares atravesando la última fase de su vida a su paso por la vecindad solar.
La importancia de la seguridad nuclear no sólo se pone de manifiesto cuando ocurren escapes radioactivos como los de la central de Ascó. También tiene que ver con el tráfico de material radioactivo o la proliferación atómica al margen de los organismos reguladores internacionales. En este sentido, la mejora de los detectores de radioactividad ofrece más pruebas de este tipo de actividades nucleares.