Las cianobacterias son conocidas por realizar la fotosíntesis usando la luz solar, pero investigadores del Centro de Astrobiología han descubierto que también sobreviven a más de 600 metros de profundidad en el subsuelo de río Tinto (Huelva). Este estilo de vida subterráneo, que podría remontarse a sus antepasados no fotosintéticos, ofrece pistas sobre la presencia de organismos similares en entornos actuales o primitivos de otros planetas, como Marte.
El paísaje rojizo del entorno de Río Tinto, en Huelva, servirá para probar un traje, un rover, un hábitat desplegable e instrumentos científicos que se podrían usar en las futuras misiones robóticas y tripuladas a Marte. Esta iniciativa forma parte del proyecto europeo MOONWALK, que también incluye ensayos en Marsella bajo el mar para simular las condiciones de gravedad de la Luna.
Investigadores de la Universidad de Oviedo han diseñado un modelo geológico tridimensional de los depositos de Río Tinto, en Huelva. El trabajo, basado en los datos de 3.000 sondeos, abre el camino para encontrar nuevos puntos de extracción en este enorme yacimiento minero.
Investigadores de la Universidad de Huelva comprueban por primera vez cómo las aguas ácidas y ricas en metales pesados favorecen la acumulación de ácidos grasos y fortalecen a una microalga del río Tinto en Huelva para que pueda ser producida a escala industrial. Los resultados del estudio suponen un avance en la búsqueda de soluciones rentables y alternativas al petróleo.
El origen de las aguas ácidas del Río Tinto se debe a la interacción de acuíferos subterráneos con diversas unidades geológicas con sulfuros metálicos, y apenas a la minería tradicional de la zona. Así lo recoge el estudio que investigadores del Centro de Astrobiología publican esta semana en la revista Earth and Planetary Science Letters.
Después de realizar dos perforaciones en las entrañas de Río Tinto en 2011 y dejar pasar un año para que se asentaran, ingenieros y científicos del Centro de Astrobiología (INTA–CSIC) han colocado esta semana sensores en los pozos. El objetivo es monitorizar en tiempo real todos los parámetros fisicoquímicos de las perforaciones y la transmisión de la actividad metabólica del subsuelo por control remoto. Comienza así la segunda fase del proyecto Iberian Pyritic Belt Subsurface Life Detection, IPBSL.
La aplicación de residuos procedentes de la extracción del aceite de oliva contribuye a la recuperación medioambiental de suelos afectados por la actividad minera. Así lo determina un estudio publicado en el que participan la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CEBAS-CSIC de Murcia.
Investigadores del Centro de Astrobiología han identificado los microorganismos que viven dentro de las costras de sal en el entorno ácido y ferroso del río Tinto, en Huelva. Las condiciones extremas de estas microcuevas se podrían asemejar a las de los depósitos salinos de Marte y la luna Europa de Júpiter, una posibilidad que deberán considerar las misiones que operan allí, como Curiosity.
Investigadores del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC) han identificado 30 nuevos genes en microorganismos de río Tinto (Huelva), un entorno muy ácido y con metales pesados. El hallazgo podría ser de interés en procesos de descontaminación, industriales o en biominería. Científicos del CAB también han partido esta semana para estudiar microorganismos en otro ambiente extremo de la Tierra: la Antártida.
Algunos paisajes de Río Tinto parecen realmente marcianos.