Un equipo de científicos del Reino Unido, entre los que se encuentra el experto español José Vicente Torres Pérez, ha comprobado en ratones cómo al bloquear un canal de sodio mediante una inyección de ProTxII –una toxina presente en el veneno de una tarántula– se redujo la activación neuronal causada por una quemadura. Este tratamiento posee un efecto similar a la morfina y menos efectos secundarios que los opioides.
Investigadores españoles han estimado el tiempo necesario de exposición a la radiación solar para obtener las dosis recomendadas de vitamina D. Mientras en primavera y verano son suficientes de 10 a 20 minutos al sol, en los meses de invierno se necesitarían casi dos horas, por lo que resulta difícil alcanzar valores óptimos para la gran mayoría de la población.
La sensación desagradable desencadenada por el sistema nervioso ante un estímulo dañino se puede aliviar bloqueando un marcador genético que apaga la actividad de las neuronas implicadas. Jose Vicente Torres Pérez, investigador español que trabaja en el Imperial College de Londres, ha probado esta innovadora terapia analgésica en ratones con graves quemaduras. El objetivo es llevar sus hallazgos hasta los pacientes quemados.