Científicos del Centro de Astrobiología y otros organismos de investigación europeos han detectado por primera vez la molécula de fósforo y oxígeno (PO) en zonas del espacio donde nacen las estrellas. Esta molécula prebiótica desempeña un papel clave en la formación de la estructura del ADN y, por tanto, está directamente relacionada con el origen de la vida.