Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que la proinsulina, la prohormona precursora de la insulina en el ser humano, retrasa la pérdida de visión que provoca la retinosis pigmentaria. Con este término, la comunidad científica se refiere a un grupo de patologías hereditarias, catalogadas entre las enfermedades raras y con cerca de 11.000 afectados en España, que provocan la paulatina pérdida de visión de los enfermos hasta llegar a la ceguera, en la mayoría de los casos.