Francisco Lorenzo, Sonia Casal y Pat Moore, profesores del departamento de Filología y Traducción de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), han publicado un estudio en la revista internacional Applied Linguistics, en el que muestran que el nivel de competencia lingüística de la L2 (las lenguas inglesa, francesa y alemana) no es proporcional al incremento de horas que se imparten en el idioma, sino que el contacto con la lengua como vehículo para la enseñanza de otras materias como la historia o la biología tiene un efecto multiplicador en los niveles de competencia idiomática.