Hoy se han conocido los ganadores del Premio Nobel de Química 2017, entre los que no había ninguna mujer. Solo cuatro científicas de un total de 177 premiados han recibido el galardón en esta categoría, una de ellas, Marie Curie. El presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin, ha reconocido hoy en Madrid el problema de diversidad de género en los premios más prestigiosos del mundo.
Los científicos Jacques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson son los ganadores del Premio Nobel de Química 2017 por el desarrollo de la criomicroscopía electrónica, que permite visualizar y estudiar biomoléculas en alta resolución. Se trata de un avance trascendental en bioquímica, que ayudará a comprender mejor la química de los seres vivos y desarrollar nuevos fármacos.
Los científicos David Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz han obtenido el Premio Nobel de Física de 2016 “por sus descubrimientos teóricos de las fases topológicas de la materia”. La topología es una rama de las matemáticas que permite describir cómo materiales muy finos pueden, paso a paso, experimentar extraños cambios gobernados por leyes cuánticas. Sus aplicaciones se extienden al campo de los superconductores y la electrónica.
La Real Academia Sueca de las Ciencias ha otorgado el Premio Nobel de Química 2013 a los investigadores Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel “por el desarrollo de modelos multiescala para sistemas químicos complejos”. Los trabajos de los tres galardonados en los años 70 son la base de las avanzadas simulaciones informáticas que se emplean hoy en química.
Tras la inauguración del pasado domingo, presidida por la ministra alemana de Educación y Ciencia, Johanna Wanka, arranca la reunión anual de premios Nobel de Lindau (Alemania), a la que asisten 34 galardonados y 625 jóvenes investigadores. Hasta el próximo 5 de julio, la química aplicada a la sostenibilidad y la energía verde serán los temas centrales de un encuentro, que este año cumple su 63ª edición.
Los investigadores estadounidenses Saul Perlmutter, Brian P. Schmidt y Adam G. Riess son los ganadores del Premio Nobel de Física 2011 “por sus trabajos sobre la expansión acelerada del universo a través de observaciones de supernovas distantes”. La comunidad científica considera que la misteriosa energía oscura impulsa esa aceleración.