En el organismo existen células que tienen propiedades antitumorales, como las células madre mesenquimales de placenta. Un consorcio español de investigadores, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, ha utilizado estas células como vehículo en el que insertar nanopartículas cargadas con fármacos antitumorales. La capacidad migratoria de estas células madre les permite llegar al tumor, donde expulsan las nanopartículas que acaban con las células malignas, multiplicando su efecto. El modelo ha sido probado en ratas y en líneas celulares de laboratorio.
Dos nuevos estudios evidencian la capacidad del zika para atravesar la placenta y provocar microcefalia. La investigación, publicada en la revista Cell, ha sido realizada en ratones hembra. Los resultados podrían ayudar al desarrollo de fármacos que reviertan esta anomalía, que consiste en un desarrollo insuficiente del cráneo, a menudo acompañado de atrofia cerebral.
Embrión de siete semanas. / lunar caustic
Es más que el escenario pasivo de intercambio entre madre e hijo. Los científicos sospechan que algunas enfermedades en la edad adulta tienen su origen en ella. Ahora, EE UU ha anunciado que financiará con 41,5 millones de dólares el Proyecto Placenta Humana para monitorizarla en tiempo real e, incluso, desarrollar fármacos que acondicionen nuestro primer hogar.
De izquierda a derecha: Ingrid González, Glòria Garrabou, Marc Catalán, Alba Jerez, Josep Maria Grau, Ester Tobías, Francesc Cardellach, Diana Juárez, Constanza Morén y Mariona Guitart. / Hospital Clinic
Investigadoras del Hospital Clínico de Barcelona han revisado diez años de estudios científicos sobre toxicidad mitocondrial en embarazadas. La exposición a agentes tóxicos, como virus, algunos fármacos, pesticidas, alcohol y tabaco, causa enfermedades en las mitocondrias de las que aún se sabe muy poco, y que se transmiten de la madre al feto.
Un equipo de científicos granadinos está centrado en la determinación de compuestos químicos, contaminantes medioambientales que interaccionan con el sistema endocrino, en muestras procedentes de mujeres y de niños. Hasta la fecha, los autores han podido comprobar la presencia de estas sustancias en las muestras analizadas de placenta humana, tejido adiposo, suero y orina en concentraciones de microgramos por litro.
La pequeña musaraña Juramaia proporciona la primera evidencia fósil conocida de los euterios. Imagen: Mark A. Klingler
El hallazgo en China de un fósil de 160 millones de años, bautizado como Juramaia, sugiere que la división evolutiva entre los mamíferos placentarios y los marsupiales tuvo que haber ocurrido, por lo menos, 35 millones de años antes de lo que se pensaba hasta el momento.
Los investigadores Antonio G. Pisabarro (Catedrático de Microbiología), José Luis Lavín y José Antonio Oguiza, del grupo Genética y Microbiología de la Universidad Pública de Navarra, han participado en el proyecto internacional de secuenciación del genoma del hongo Postia placenta.