Un pequeño copépodo de apenas unos milímetros es capaz de generar pérdidas millonarias a la industria piscicultora. El noruego Esben Beck, un inventor autodidacta, ha desarrollado un robot que detecta el parásito sobre la piel de los peces y acaba con ellos.
Un grupo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III ha patentado un método que permite el diagnóstico rápido de las enfermedades bacterianas transmitidas por siete géneros diferentes de patógenos bacterianos ligados a las picaduras de garrapatas, pulgas y algunos tipos de piojos. El método ha sido reconocido como la mejor patente en la V edición de los Premios Madri+d.