El crecimiento de los árboles viene determinado por las condiciones climatológicas que, en países como España suelen ser cada vez más variadas con veranos extremadamente secos y con ausencia de precipitaciones e inviernos más fríos. En estas condiciones, un grupo de científicos ha realizado una investigación en la que se han analizado las dinámicas de crecimiento del pino blanco en tres ecosistemas secos y semi-áridos.