Una buena estrategia para contribuir a la mejora de los alimentos es la de incrementar su calidad nutricional sin alterar las características sensoriales. A partir de estas premisas, un equipo de investigadores del IRTA ha estudiado la variación de la composición de la grasa en productos cárnicos integrados en nuestros hábitos alimentarios, mediante la modificación de la dieta de los animales.
El uso de tecnologías de secuenciación de nueva generación supuso que los científicos establecieran de forma rápida y eficaz un primer borrador del genoma de pavo.
Un equipo internacional de investigadores ha secuenciado y ensamblado más del 90% del genoma del pavo doméstico. La secuencia completa del genoma apunta nuevos datos para los investigadores aviares y, en última instancia, un producto de mejor calidad para los productores de pavo y consumidores.