Un proyecto del Instituto Geológico y Minero de España pronostica la evolución del estado de los monumentos españoles bajo diferentes escenarios climáticos. Mediante el estudio de modelos futuros, busca implementar un sistema de alerta y conservación de la herencia cultural.
En 1947 cayó en la localidad leonesa de Reliegos una roca extraterrestre. Hace 60 años desapareció el fragmento que custodiaba un investigador del Museo de Ciencias Naturales, pero la pieza se ha puesto a la venta recientemente por internet, lo que ha dado la pista al SEPRONA para recuperarla en Hernani (Guipúzcoa) y devolverla a sus legítimos dueños. Ya se puede admirar en su vitrina.
Isla Cristina fue fundada en el siglo XVIII como núcleo de producción de salazones en la costa occidental de la provincia de Huelva. Esta localidad está siendo utilizada ahora como caso de estudio para proteger los bienes materiales e inmateriales asociados a la pesca. La investigación muestra que el mantenimiento de este patrimonio y su explotación turística sostenible generaría un valor añadido a la actividad para asegurar su futuro.
Las maderas que se emplearon en la ejecución de las cubiertas de la iglesia colegial del Divino Salvador de Sevilla y de la iglesia Catedral de la Asunción de la Virgen de Jaén proceden de pinos salgareños milenarios de la Sierra de Cazorla y de la estructura de anteriores mezquitas. Esta es la principal conclusión de un estudio en el que ha participado la Universidad de Huelva.
La ciudad de Venecia, la Piazza del Duomo de Pisa (Italia) o la Ciudad Medieval de Rodas en Grecia son algunos de los lugares declarados como Patrimonio Mundial Cultural de la UNESCO que estarán en riesgo de desaparecer por el aumento del nivel del mar en las próximas décadas.
Científicos de la Universidad de Cádiz han elaborado un sistema que permite documentar y analizar los restos arqueológicos del fondo del mar sin sacar las piezas del agua, lo que evita su deterioro. La técnica se ha aplicado en dos navíos franceses hundidos en la costa de Cádiz durante la Batalla de Trafalgar en 1805.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid proponen una nueva forma de 'cartografiar' los datos de los edificios históricos, como su salinidad y humedad, mediante el uso de sistemas de información geográfica (SIG), lo que puede ayudar a su conservación. Esta técnica no destructiva se ha probado con una estela de la localidad madrileña de Cenicientos.
El pedestal de la famosa Torre de Hércules (A Coruña), declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está construido con un granito situado muy cerca de allí. En el acantilado de Penaboa, cruzando la bahía del Orzán, se pueden ver vestigios de sus canteras históricas. Esta piedra se utiliza desde la antigüedad por su buena calidad. Hoy la podemos ver en balcones, escaleras y pavimentos de la ciudad gallega. Por su incalculable valor histórico y cultural ha sido propuesta como candidata a Global Heritage Stone Resource, el equivalente a patrimonio de la humanidad en el mundo lítico.
Investigadores de las universidades de Cádiz y Florencia han combinado ácido poliláctico, de origen vegetal, y nanopartículas de sílice para obtener un revestimiento adecuado para actuaciones de recuperación del patrimonio. El nuevo recubrimiento evita que el agua penetre en la superficie y es reversible, es decir, fácil de eliminar en futuras restauraciones.
Imagen de termografía infrarroja mientras se pone la calefacción de la iglesia de Talamanca del Jarama. Las mayores temperaturas afectan a las maderas del artesonado y zonas dañadas en la piedra tallada, además de en las imágenes de los santos y la cruz. / Instituto de Geociencias (UCM-CSIC).