El sociólogo y politólogo estadounidense Robert Fishman valora positivamente la honestidad y rapidez del recuento electoral en España, frente al modelo estadounidense que "es mucho más lento y está muy sujeto al riesgo de fraude electoral". En el lado negativo, destaca la debilidad de la garantía del secreto del voto, la descalificación de las manifestaciones y la falta de tolerancia mutua entre los políticos españoles.