Investigadores españoles han puesto a punto una plataforma robótica de entrenamiento de la marcha para niños con parálisis cerebral. Los resultados, publicados en el Journal of NeuroEngeneering and Rehabilitation, demuestran que se trata de una interesante herramienta terapéutica.
Una nueva aplicación desarrollada por investigadores de la Universidad de Málaga permite a pacientes con gran discapacidad motora expresarse a través de un ordenador mediante su actividad cerebral. El sistema recibe e interpreta las señales electroencefalográficas que son generadas ante la presentación de estímulos visuales en forma de letras y las transforma en palabras y sonidos.
La revista Nature Medicine presenta esta semana el primer caso de un hombre con parálisis completa de las extremidades inferiores que ha conseguido moverse de forma independiente tras un tratamiento que combinaba la estimulación de la médula espinal con terapia física.
Un equipo científico suizo ha logrado que dos macacos recuperen el control de una pierna paralizada a los seis días de haber sufrido una lesión medular. Una parte de su dispositivo inalámbrico ha comenzado a probarse en un estudio de viabilidad en humanos con lesión parcial de la médula espinal.
Reggie Edgerton es el primer neurocientífico que consiguió que una persona con paraplejia recuperase la movilidad voluntaria de las piernas. En lugar de enfocarse en el cerebro de los lesionados, su terapia estimula la médula espinal. De esa manera ha devuelto la esperanza a personas que se consideraban irrecuperables. Ha estado en Barcelona, donde quiere lograr resultados similares con otros pacientes.
Reggie Edgerton es el primer científico que consiguió que una persona tetrapléjica recuperase la movilidad voluntaria de las piernas. Su terapia, de la que se beneficiarían sobre todo ancianos y jóvenes, se enfoca hacia la neuroestimulación de la médula espinal y no del cerebro. En la foto, Edgerton visita el Hospital de Neurorrehabilitación del Instituto Guttmann de Barcelona. Imagen: Sinc
Un estudio demuestra por primera vez la posibilidad de volver a caminar –sin depender de extremidades robóticas controladas manualmente– tras una paraplejia ocasionada por una lesión de la médula espinal. El hallazgo se ha probado en un hombre de 26 años que llevaba cinco años en una silla de ruedas, aunque todavía serían necesarios más análisis para poder extrapolar estos resultados al resto de personas con esta discapacidad.
Científicos de la Universidad de Zaragoza han logrado unas neuroprótesis que utilizan información del cerebro humano para adaptar su comportamiento y aprender tareas nuevas. A partir de ahora estas máquinas, como los brazos robóticos y los exoesqueletos para personas con problemas de movilidad, ejecutarán órdenes y mejorarán las acciones de acuerdo a las necesidades del paciente a lo largo de su vida.