Tras muchos intentos, la informática ha encontrado la manera de ser invencible en un juego tan taimado como el póquer. Un grupo de investigadores canadienses ha desarrollado un programa, basado en un nuevo algoritmo, que aprende de las malas decisiones y utiliza esta información para desentrañar el azar y crear una enorme base de datos en la que se recogen prácticamente todas las jugadas posibles.