Es un sistema completo: procesa información, tiene una gran capacidad de almacenaje, requiere de un bajo consumo energético y es fácilmente movible, aunque su funcionamiento puede alterarse con ciertos 'virus'. No se trata de una nueva herramienta informática, sino del motor del cuerpo humano, el cerebro, un órgano cuya complejidad resulta uno de los grandes retos científicos a desvelar.