El ensayo internacional para el cáncer de pulmón de células no pequeñas, liderado por el Hospital 12 de Octubre, incluyó a 345 pacientes, de más de cien centros de 22 países. Estos investigadores de Oncología Médica han participado también en la evaluación de una molécula activadora de células inmunitarias frente a los tumores más agresivos.
El equipo de Mariano Barbacid ha conseguido por primera vez que desaparezcan totalmente cánceres ductales de páncreas en un modelo animal. La transferencia de estos resultados a humanos no va a ser inmediata.
Una investigación internacional con participación española ha demostrado que la mutación V600E del oncogén BRAF tiene un papel determinante en el cáncer de tiroides. El equipo ha constatado en un estudio con 2.638 pacientes que el riesgo comienza a ser significativo a partir de los 60 años.
El oncogén MYC interviene en muchos tipos de cáncer, algunos de ellos muy agresivos. Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han logrado identificar una proteína indispensable para que MYC produzca cáncer en modelos de ratón y creen que podría ser una nueva diana para futuros fármacos antitumorales.
La activación del oncogén JAK2 contribuye de manera decisiva a la transformación de células del sistema inmunitario normal en malignas y, por tanto, al desarrollo de linfomas linfoblásticos T. Los resultados se publican en la revista Leukemia.
Un nuevo estudio, liderado por el CNIO, demuestra que, en respuesta a un exceso de nutrientes, la proteína MCRS1 sirve de ‘interruptor’ de mTOR, una proteína alterada en cáncer, diabetes y desórdenes asociados al envejecimiento. Los resultados indican que el bloqueo de esta proteína podría ser eficaz para el tratamiento del cáncer y de la diabetes, sobre todo.
Un artículo publicado en la revista Nature describe el papel esencial de la piruvato deshidrogenasa —una enzima básica del metabolismo energético de la célula— en la regulación de la senescencia celular inducida por el oncogén BRAF, que suele aparecer mutado en el melanoma y en otros cánceres.
El aumento de la expresión de una proteína, conocida como conexina 43, contribuye a disminuir un oncogén, es decir, un gen que ayuda a convertir una célula normal en tumoral. Se trata del oncogén c-Src en células madre de glioma, el tumor cerebral más frecuente.
Un estudio liderado por Manel Esteller descubre la existencia de una molécula antitumoral originada dentro de un oncogén. Según el experto este descubrimiento será el punto de partida para encontrar muchos otros oncogenes y antioncogenes que cohabitan en el genoma y que, cuando su convivencia se deteriora, contribuyen al desarrollo de tumores en humanos.
Los resultados de esta investigación, en la que participan profesores de la Universidad de Alcalá, pueden abrir las puertas en el futuro a una nueva generación de fármacos para la hipertensión.