Un grupo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín ha comprobado que la mezcla de diversos residuos de la industria del olivar elimina casi completamente restos de antinflamatorios como el ibuprofeno de las aguas residuales. El método, conocido como ‘biobed’, se basa en sistemas de depuración sostenibles y de bajo coste.
Investigadores de la Universidad de Jaén han confirmado que compuestos derivados de los restos del cultivo del olivo y de la producción de aceite se podrían utilizar como complementos en la dieta. En concreto, para fabricar sustancias que mejoran la acción de las bacterias intestinales implicadas en la digestión.
Las dietas ricas en alimentos de origen vegetal se asocian a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Los motivos de estos efectos son variados pero se ha especulado sobre la presencia en estos alimentos de fitoestrógenos, compuestos que poseen una estructura similar a los estrógenos, lo que les confiere propiedades como moduladores hormonales. Están presentes en los aceites de oliva vírgenes.
Científicos españoles han diseñado un nuevo método que efectúa con un 97% de exactitud reconstrucciones geométricas en 3D de árboles en cultivos leñosos. El sistema consta de una primera fase en la que se generan modelos digitales de superficie empleando drones, y una segunda en la que se utilizan técnicas de análisis de imagen basadas en objetos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid demuestran que las plantaciones de olivares en forma de seto son altamente productivas cuando la orientación de las filas y su distancia permiten maximizar la radiación solar interceptada.
Investigadores andaluces del instituto IFAPA han reutilizado un ubproducto de las almazaras, el alperujo, para incrementar la calidad de los suelos y la producción de aceite hasta un 8%. Se trata de una alternativa sostenible al sistema de fertilización en olivar.
Investigadores del Grupo de Investigación Entomología Agrícola de la Universidad de Córdoba han desarrollado un método que permite la utilización de hongos a modo de ‘apósitos’ para proteger al olivar de las heridas de poda, granizo o cualquier otro origen frente al ataque de la polilla Euzophera pinguis.
Expertos estudian la posibilidad de incluir cámaras, sensores y tecnologías inteligentes para optimizar la actividad de las almazaras, así como tractores robotizados y otros sistemas que faciliten la recolección de aceitunas.
Un grupo interdisciplinar de científicos, entre los que se encuentra personal investigador de la Universidad de Jaén, ha descrito por primera vez el transcriptoma del olivo, es decir, la parte del genoma donde se hayan la mayoría de genes y de mayor información relevante, lo que va a facilitar el desarrollo de proyectos relacionados con la mejora de este árbol y la calidad de su fruto.
La industria del olivar cuenta con una nueva herramienta para afrontar los desafíos que se le presenten. Se trata de ALENTA, la Plataforma Tecnológica del Olivar, que tiene como objetivo agrupar a todos los agentes implicados en el sector oleícola en España para impulsar la innovación y mejorar la competitividad de la industria del olivar. "Queremos aplicar el método de la Innovación Abierta, fomentando la colaboración entre la Administración, las empresas, las unidades de investigación, el sistema educativo, los círculos sociales, las personas y la responsabilidad social", explica Carmen Capiscol desde la Secretaria Técnica de ALENTA.