Los temporales generan un gran oleaje que ponen en riesgo a los puertos, un problema al que se suma el aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático. Un equipo de científicos ha analizado el impacto de este fenómeno en Cataluña y concluye que para 2100 el número de puertos afectados se duplicará.
Investigadores del centro IH Cantabria analizan constantemente los datos aportados por dos boyas marinas que operan en esta comunidad. Los resultados tomados hasta ahora reflejan que la frecuencia de temporales que estamos sufriendo en los últimos meses es muy poco habitual.
Las obras de protección con las que cuentan muchas costas, como los diques de escollera, protegen la tierra firme de un elemento difícil de medir: el oleaje que, por naturaleza, es irregular y varía según la época del año y las condiciones meteorológicas. Un proyecto de investigación de la Fundación Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria pretende establecer modelos más exigentes, de carácter tridimensional, de la acción de las olas sobre estos elementos protectores.
La altura de las grandes olas cambia según el mes
Gráficos de los máximos mensuales (cruces), de julio a junio, de “altura de ola significante” (Hs) registrados en las boyas de Bilbao, Gijón, A Coruña, Cádiz y Valencia. La línea gruesa representa la Hs de 20 años de periodo de retorno según el modelo (con una banda de confianza del 95%). Imagen: Menéndez et al.