Pocos saben cómo definir la atención, sin embargo, todos quieren hacerse con ella. Dice Charo Rueda, catedrática de psicología de la Universidad de Granada, que esta capacidad cognitiva se ha convertido en uno de los productos más cotizados del mercado y que la pugna por captarla nos provoca dispersión mental hacia temas que ni nos van ni nos vienen.
Un conocido experimento con jóvenes botando la pelota demostró que cuando un observador se centra en contar los pases no detecta si alguien cruza por el escenario disfrazado de gorila. Según investigadores de la Universidad de Cádiz, algo parecido nos podría estar ocurriendo cuando tratamos de descubrir señales inteligentes no terrícolas, que quizá se manifiestan en dimensiones que escapan a nuestra percepción, como las desconocidas materia y energía oscuras.
La neuropsicóloga Gema Climent es la fundadora de Nesplora, una firma pionera en el uso de la realidad virtual en pruebas de evaluación de trastornos cognitivos y neurológicos. Hoy su test AULA para el diagnóstico del déficit de atención e hiperactividad se vende en 21 países y se ha probado con más de 30.000 niños. La directiva ha sido finalista en la última edición del Premio a la Mujer Innovadora de la Comisión Europea.
Un estudio preliminar sobre pacientes con el virus del sida pone las bases de un futuro programa de intervención neuropsicológica cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad.
El consumo de cocaína produce en el cerebro cambios estructurales, reduciendo el volumen de determinadas regiones, y también funcionales, afectando a los procesos cognitivos y motivacionales, unos cambios que favorecen la adicción. Profundizar en el conocimiento de cómo se producen estos cambios y los efectos que tienen en el cerebro es el objetivo del proyecto dirigido en el marco de financiación del Plan Nacional sobre Drogas.
En Neurociencia y Psicología se ha constatado desde hace varias décadas que, bajo ciertas condiciones, se puede ser "asombrosamente incapaz" de detectar grandes cambios en nuestro entorno. Recientemente, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Santiago de Compostela, demostraron que esta “ceguera al cambio” tiene lugar en nuestra actividad cerebral incluso antes de que se produzca el propio cambio.
El estudio desarrollado por el grupo de investigación de la universidad pública de Castellón, en el que también han participado dos profesores de la Universitat Pompeu Fabra, ha puesto de manifiesto que las personas bilingües utilizan el lóbulo frontal inferior izquierdo, el área de Broca, para responder estímulos donde se realizan funciones ejecutivas (como ordenar formas por color o forma), mientras que las personas monolingües utilizan la parte derecha para responder los mismos estímulos.
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado que los pacientes con daño en la corteza prefrontal derecha del cerebro muestran un déficit en los aspectos voluntarios de la preparación temporal, por ejemplo, cuando decidimos prepararnos para acelerar el coche ante la luz verde del semáforo.