Científicos españoles han descubierto que la sobreexpresión de determinados genes impide que el ácido oleico cumpla su función como factor neurotrófico, es decir, como agente que promueve el crecimiento y la diferenciación de las neuronas. Esto ocurre cuando existe la trisomía característica del síndrome de Down y podría explicar los problemas de discapacidad cognitiva asociados.
Investigadores españoles han publicado, en la prestigiosa revista Cell, un artículo sobre la proliferación de células madre neurales y el crecimiento del cuerpo carotídeo que se produce como respuesta a la falta de oxígeno crónico detectado por las propias neuronas adultas.
La persistencia de los machos durante la cópula responde a impulsos cerebrales que determinan el momento idóneo en el que deben terminar. Un estudio en Drosophila ha localizado este circuito neuronal. Su autora asegura que debe existir un temporizador similar en humanos.
Científicos españoles han descrito de manera minuciosa cómo la arquitectura de conexiones del cerebro humano controla la actividad de las neuronas, demostrando que en este órgano se producen continuamente pequeñas y variadas 'avalanchas' o 'terremotos' de actividad. El estudio, que publica Nature Communication, ayudará a entender mejor la conexión entre estructura y dinámica del cerebro.
Científicos de varias universidades han diseñado un sistema para medir el grado de información que maneja el cerebro en distintos estados: vigilia, sueño, anestesia y coma. Su método podría ser útil para evaluar a pacientes con lesiones neurológicas que están totalmente desconectados del entorno.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han colaborado en la clasificación y nomenclatura de las neuronas del cerebro. El trabajo, publicado la revista Nature Reviews Neuroscience, subraya la urgente necesidad de una nomenclatura clara y útil para la comunidad de neurocientíficos.
Un tipo de neuronas sin mielina y muy ramificadas son las responsables de detectar las caricias en ratones, según un estudio desarrollado en EE UU que aparece esta semana en la portada de la revista Nature. La investigación revela que estas células generan una sensación placentera al activarse.
¿Han intentado alguna vez cazar una mosca con la mano? ¿O parar un remate como lo hace Víctor Valdés? Ambas cosas son difíciles. La mosca tiene neuronas especializadas que detectan objetos que se acercan, y generan un reflejo. Muchas especies, como por ejemplo insectos, pájaros o mamíferos, tienen este tipo de neuronas. Los humanos también las tenemos para evitar colisiones o coger objetos en movimiento como pelotas de fútbol. A pesar de que estas neuronas cumplen las mismas funciones, no estaba claro si funcionaban del mismo modo en especies diferentes.
El gen ‘Robo1’ frena la expansión de los axones cuando se aproxima a su destino en la corteza cerebral. El hallazgo, publicado en la revista Nature Neuroscience, ayudará a comprender la naturaleza de enfermedades como la epilepsia y la esquizofrenia.