En 2005, la apertura en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona de un Centro de Atención y Seguimiento de las drogodependencias (CAS) ocasionó un conflicto vecinal que trascendió a los medios de comunicación y comportó un gran revuelo político. Cinco años más tarde, Gaceta Sanitaria publica un estudio en el que se analiza la percepción de los usuarios sobre un programa de prevención que va mucho más allá del intercambio de jeringuillas.