Este trabajo, liderado por el IDAEA-CSIC y el CREAF, revela que los musgos y hepáticas emiten diferentes tipos de compuestos químicos volátiles. Su función podría ser defenderse del estrés ambiental y una manera comunicarse entre ellos, ya que en otras plantas superiores cumplen estas características.
Un estudio se sirve de muestras de musgo silvestre para estimar la exposición individual a metales presentes en el aire. Los resultados, publicados en la revista Environment International, mostraron que los participantes expuestos a mayores concentraciones tenían un riesgo más elevado de muerte.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el Museo Nacional de Ciencias Naturales han desarrollado un dispositivo, de código abierto, que cuantifica la actividad de musgos y líquenes según su contenido en agua. Midiendo la conductividad eléctrica se puede saber si están hidratados y activos, secos e inactivos, o con valores intermedios.
Ceratodon amazonum es el nombre de la nueva especie de musgo descubierto en Sierra Nevada y en Murcia, que hace referencia a las amazonas, una tribu de la mitología griega formada y gobernada en su totalidad por mujeres, porque los investigadores no han encontrado machos. Según los autores, esta planta no necesita al ejemplar macho para reproducirse y probablemente se propague de manera asexual.
Después de más de 1.500 años congelado en el hielo de la Antártida, el musgo puede revivir y seguir creciendo. Este descubrimiento de investigadores británicos proporciona una nueva visión sobre la supervivencia de la vida en la Tierra.
Para restaurar el patrimonio cultural degradado, conviene conocer primero la causa del deterioro. Una nueva metodología analítica considera el material de origen y el producto en que se ha convertido con el tiempo para comprender su evolución. Su uso en Pompeya apunta al hombre como causa de muchos de los daños.