Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge han descubierto cómo una proteína quinasa regula el proceso de salida de la mitosis, justo antes de la división celular. El hallazgo supone un paso importante de cara al desarrollo de terapias que impidan que las células tumorales se repliquen.
Investigadores del Centro de Regulación Genómica arrojan nueva luz sobre el proceso de la división celular, que es clave durante el desarrollo embrionario, el crecimiento y la proliferación de tumores. El trabajo, que se publica en Nature Cell Biology, identifica los actores clave para evitar que las células se separen cuando la división del ADN es defectuosa.
Una tarea básica de las células es dividirse. De una célula salen dos, de dos cuatro, y así, los billones de ellas que pueden formar un elefante, o un ratón. Cada división es una operación de extrema precisión. En este contexto, un estudio publicado en la revista Journal of Cell Biology y realizado por investigadores del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo revela que las proteínas que controlan los últimos pasos de la división celular son esenciales para que no se produzcan alteraciones genéticas irreversibles.
Investigadores del CSIC descubren cómo una proteína se une a estructuras esenciales para la división celular. Alteraciones en este proceso bloquean la capacidad de diferenciarse de las células madre en cualquier tipo celular específico, manteniendo, eso sí, su capacidad de división.
Un grupo de científicos internacionales, en el que participa Víctor Álvarez Tallada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, describe por primera vez in vivo cuándo, dónde y a qué nivel se inicia la fase de división celular conocida como mitosis. En un artículo, publicado en la revista Nature Cell Biology, estos expertos identifican el centrosoma como el punto de origen de esta actividad, otorgándole además una nueva función relacionada con un cambio morfogenético previo al proceso de separación.
Un estudio del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona y el Centre de Regulació Genòmica señala a la proteína Nek9 como un actor decisivo en la división celular, un proceso fundamental tanto para el desarrollo de un organismo como para el mantenimiento de los tejidos.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han identificado el mecanismo que permite a la proteína Zds1 regular un proceso clave en la mitosis, que ocurre inmediatamente antes de la división celular. El resultado abre la puerta al desarrollo de terapias específicas y directas contra el cáncer.
Un estudio internacional, con participación española, demuestra que el ADN cambia su tipología y se ‘sobreenrolla’ durante la mitosis, el proceso previo a la división celular. Este fenómeno activa a la enzima “topoisomerasa II” para que realice su eficiente trabajo de separar las cadenas cromosómicas y se mantenga intacto el material genético.
Una investigación realizada por el Grupo de División Celular y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) demuestra que prevenir el último paso de la división celular mata eficazmente las células tumorales in vivo. El trabajo demuestra la eficacia de la inhibición de la salida de la fase de mitosis para frenar el crecimiento tumoral.
Investigaciones relacionadas con el proceso de división celular conocido como mitosis sugieren que cuando un tumor primario presenta inestabilidad cromosómica hay más posibilidades de que un paciente vuelva a recaer aunque haya sido tratado con éxito. Por eso, Rocío Sotillo, investigadora española del European Molecular Biology Laboratory de Monterotondo, próximo a Roma (Italia), aconseja a los especialistas clínicos que analicen este factor y no se limiten sólo a tratar el cáncer.