El universo tiene una capacidad infinita para asombrar a los astrónomos. A medida que nuevos telescopios y misiones espaciales se ponen en funcionamiento, mayor es el número de incógnitas que aparecen. De alguna forma, el conocimiento es como un plano, una vez lo despliegas para consultarlo ya no puedes plegarlo de nuevo. Y, precisamente, generar el mapa más amplio de nuestra galaxia es el objetivo de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Tras varios retrasos por causas técnicas, el ‘Discovery’ ha despegado con éxito a las 22h53 (hora peninsular) de ayer jueves.
Tras varios retrasos por causas técnicas, el ‘Discovery’ ha despegado con éxito a las 22h53 (hora peninsular) de ayer jueves.
Unos 15.000 objetos catalogados, los datos sobre la luz emitida por las galaxias desde su formación y la detección de nuevas componentes en la Vía Láctea son sólo algunos de los resultados obtenidos por el satélite Planck que esta semana se han presentado en París. Los científicos confían en que esta misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) pronto aporte más información sobre el origen del universo y su evolución.
Desde el año 2000, los cuatro satélites que componen la misión Clúster de la Agencia Espacial Europea (ESA) han permitido estudiar con un extraordinario nivel de detalle la invisible interacción entre el Sol y la Tierra. Un proyecto estratégico en la meteorología espacial que continuará dos años más.
Los cuatro satélites que componen la misión Clúster (Rumba, Samba, Salsa y Tango) vuelan en formación alrededor de la Tierra para generar una imagen tridimensional de la interacción del incesante ‘viento solar’.
La imagen más cercana obtenida de Lutetia.