La mimosa y la uña de gato son dos especies exóticas que están causando un gran impacto en los ecosistemas del noroeste de la península ibérica. Un estudio de la Universidad de Vigo y el Museo de Historia Natural de Nueva York alerta de que la presencia de estas plantas invasoras contribuye a las plagas de insectos herbívoros.
La leguminosa Acacia dealbata, conocida como mimosa, es una de las especies invasoras más agresivas del mundo. En el noroeste de la Península su propagación es un problema cada vez más grave puesto que está penetrando en comunidades vegetales inalteradas, según un estudio de la Universidad de Vigo y la Universidad de Coimbra (Portugal). Para los científicos, los incendios desempeñan un importante papel en su dispersión y el matorral natural podría ser una barrera eficaz para frenar la rápida invasión.