En 1931 una niña de once años recogió un pequeño fragmento de la bola de fuego que acaba de estallar sobre los cielos de Ardón, un pueblo de León. Durante décadas mantuvo su preciado tesoro oculto en una cajita; hasta hoy, que se ha presentado en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en Madrid. Se trata de una condrita ordinaria, un tipo de meteorito relativamente común pero que cuenta una historia de 4.565 millones de años.
Superficie aserrada de NWA 7533 mostrando los clastos –material más antiguo– oscuros y claros en la matriz gris. / Luc Labenne
El año pasado cayó en el sur de Marruecos un meteorito procedente de Marte. Ahora un grupo de investigadores ha comprobado que la roca, que presenta un característico vidrio negro, ha llegado con sustancias del interior, la superficie y la atmósfera del planeta rojo.
Asteroides y cometas pueden haber desempeñado un papel esencial en la difusión por el universo de los elementos esenciales para la vida, una fuerza que surge del cosmos, de las estrellas. Esta es la propuesta del astrofísico Josep María Trigo (Valencia, 1970) del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE, CSIC-IEEC) en su libro Las raíces cósmicas de la vida, que acaba de presentar en el Planetario de Madrid.
Los primeros análisis del núcleo de sedimentos más antiguo jamás hallado en el Ártico demuestran que en esta zona se produjeron intervalos más cálidos de lo que se pensaba durante los últimos 2,8 millones de años que coincidieron con el declive de la capa de hielo del oeste de la Antártida. Un equipo internacional sugiere incluir estos nuevos datos en los modelos climáticos que predicen el clima futuro.
El asteroide Vesta presenta una composición superficial variada, aunque abundan los minerales ricos en hierro y magnesio, según los últimos datos facilitados por la sonda Dawn de la NASA. Hace unos años científicos españoles anunciaron que el meteorito que cayó en mayo de 2007 en Puerto Lápice (Ciudad Real) podría proceder de este asteroide gigante.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han aplicado un láser tridimensional, una técnica no invasiva, para hacer un mapa de los efectos causados en una roca recogida en los alrededores del cráter de impacto meteorítico de Karikkoselkä (Finlandia).
Los metales preciosos presentes en el manto de la Tierra tienen origen, posiblemente, en una lluvia de meteoritos hace 3.900 millones de años. Un grupo de investigadores ha descrito las diferencias en la composición del manto terrestre antes y después este suceso.