Un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio ha estudiado los restos de un meteorito que cayó en Canadá en el año 2000 para analizar las trazas de agua que pudieran existir en el espacio hace millones de años.
La investigación, publicada esta semana en la revista Nature Communications, se apoya en la teoría que defiende que el agua terrestre llegó a nuestro planeta desde el espacio. Este vídeo representa cómo la evaporación de las últimas gotas en la superficie del meteorito hizo que los cristales de magnetita que lo conforman adquirieran una composición especial.
Las características magnéticas de este mineral localizadas en el meteorito indican que los cristales de magnetita solo pudieron formarse con las últimas gotas de agua, durante la evaporación, dejando en este proceso una “marca de agua” única.
Los meteoritos, fragmentos de asteroides que flotan por el espacio desde la formación del sistema solar, hace más de 4,6 millones de años, pueden contener una información esencial para explicar el origen del agua y la vida en la Tierra.