Comienza la temporada de festivales de verano y cientos de personas se moverán al ritmo de sus grupos favoritos. Pero no solo los humanos son capaces de danzar al compás de la música. Algunas aves, las ballenas, los delfines, las focas, los murciélagos y los elefantes, entre otros, también pueden seguir el tempo de una melodía.
Desde sus primeros días, el llanto de los recién nacidos lleva la marca del idioma que hablan los padres. Los hallazgos, publicados hoy en la edición on line de la revista Current Biology, sugieren que los bebés comienzan a recoger los elementos de lo que será su primer idioma en el útero y desde luego, mucho antes de sus primeros balbuceos.
En la imagen, un neonato recibe fototerapia.
Descubren que algunas aves son capaces de seguir el ritmo de una melodía