Una cacatúa llamada Snowball ha echado por tierras las teorías que afirmaban que la capacidad de moverse al son de la música era una habilidad exclusivamente humana. Así lo documenta un equipo de investigadores liderados por Aniruddh Patel, del Instituto de Neurociencias de San Diego, que realizó varios experimentos con este pájaro capaz de bailar. Los científicos observaron cómo el animal ajustaba el tempo de su baile según variaba el ritmo de la música, para sincronizarse con la melodía.
Sus resultados se publican en Current Biology, que también da cuenta de un estudio similar realizado en la Universidad de Harvard. La autora principal, Adena Schachner, señala que durante mucho tiempo se creía que la capacidad para seguir un ritmo era algo exclusivo de los humanos, porque no existían pruebas de que los primates, nuestros parientes más cercanos, tuviesen esa capacidad. Sin embargo, ahora que han descubierto que aves como los loros tienen sentido del ritmo, los investigadores piensan que este rasgo puede estar relacionado con otra capacidad que estos animales comparten con las personas: el aprendizaje vocal o la mímica. Ahora queda esclarecer si otras especies con la capacidad de aprendizaje vocal, como delfines o elefantes, también son capaces de seguir una melodía.
(En la imagen, Cacatua galerita).